QUIENES SOMOS

Colegio Filadelfia para Sordos es parte de la Asociación Cristiana Manos en Acción - ACMA -, una entidad sin ánimo de lucro legalmente constituida en Colombia. Su objetivo principal es servir y brindar apoyo espiritual, moral, cultural y técnica a la población sorda y sordociega en Colombia. CALLE 59 NO. 14A-58 CHAPINERO SUR OCCIDENTAL TEL: 601 249 2142 CEL: +57 312 566 9129 EMAIL: CFS1986@GMAIL.COM
© 2025 ASOCIACIÓN CRISTIANA MANOS EN ACCIÓN

ENCUÉNTRENOS

HISTORIA

INTRODUCCIÓN

Toda obra comienza con una visión y la visión que motiva a la creación, y en este caso a la creación del Colegio Filadelfia para Sordos lo cual tenía 3 elementos relacionados: derecho al estudio, derecho a la información y derecho a uso del primer idioma dentro de un grupo lingüístico minoritario. El desenlace de las acciones a favor de esta visión continúe hasta el día de hoy y se espere que la historia sea de interés para las personas sordas y sordociegas colombianas siendo parte de su historia nacional y que además sea de utilidad para otros colegios y escuelas en otros partes de la nación y en otros países. Las luchas y logros son de todos, los niños, niñas y jóvenes sordos, los adultos sordos quienes apoyaron la idea, las docentes sordos y oyentes quienes han sido parte de esta historia, los padres de familia quienes confiaron en la educación ofrecida en el Colegio, los intérpretes, los guías intérpretes, las personas de la Asociación dueña del Colegio, y muchas personas de otros países quienes han contribuido su tiempo, conocimiento y apoyo con el deseo de asegurar el progreso de los niños y niñas sordas y sordociegas de Colombia. EL CONCEPTO DEL NIÑO SORDO Y DE LA NIÑA SORDA Históricamente, las culturas han tomado muchas actitudes y creencias en relación a las personas sordas. Desde los años 1500, los países europeos, en particular España y Francia, realizaron actividades educativas en reconocimiento de las capacidades de los niños y niñas sordas. Estas acciones tuvieron una directa influencia sobre Norte América, que inclusive adoptó muchas señas de Francia desde los últimos años de los 1700, cuando los Estados Unidos estuvieron apenas comenzando a hacer nación. El hecho que desde los primeros censos nacionales fue incluida la población sorda es una muestra del reconocimiento dado a esta población. Para el año 1880, el debate sobre la mejor forma de educar el niño sordo estaba en pleno furor, y en el Congreso de Milán se decidió tomar el camino de oralismo, con la disensión del Thomas Hopkins Gallaudet, quien fundó uno de las primeras escuelas para la niñez sorda en los Estados Unidos y además trajo el profesor Louis Laurent Marie Clerc, un Sordo francés, para poder lograr establecerlo. En los últimos años de 1960, debido en parte de una revisión de la educación general en los Estados Unidos, se dedicó a mejorar la educación del Sordo. Este tiempo vio las investigaciones de William Stokoe, quien fue una de las primeras voces en decir que la lengua de señas es un idioma y cumple con todas las funciones de los idiomas orales. Esto causó un mayor respeto hacia las personas sordas, y hoy en día se ve los resultados de este pequeño comienzo en muchos lugares. Todo esto para explicar el concepto que tiene el Colegio Filadelfia para Sordos del niño sordo. Siendo que la fundadora vino de los Estados Unidos con estos conceptos de igualdad, capacidad, inteligencia y responsabilidad personal de la persona sorda, era natural que el Colegio aceptara el niño sordo como un niño con todas las etapas de crecimiento emocional y social de todos los demás niños: un niño que puede lograr lo que sueña y que tiene derecho de gozar su niñez y llegar a ser un adulto contribuyente al bienestar de los que le rodean. Los conceptos de la Universidad Gallaudet, donde la fundadora recibió su título de maestría como orientadora escolar para niños, niñas y jóvenes sordos en la etapa escolar, tuvieron una fuerte influencia en el trabajo realizado en el Colegio. A partir del concepto del niño y adulto sordo, la visión del Colegio fue un resultado natural: usar la lengua de señas como idioma de instrucción, dar los mismos derechos de acceso a la información en particular en cuanto a los temas religiosos y proveer cobertura para los niños, niñas y jóvenes quienes no tenían acceso a la educación formal. REALIDADES DE LA EXPERIENCIA Comenzar algo nuevo en espacios nuevos siempre tiene impacto. En el caso del Colegio Filadelfia para Sordos, sus primeros pasos como aula para sordos en 1986 dentro de un colegio de oyentes fue algo novedoso en este momento de tiempo. Los niños sordos compartieron tiempos de almuerzo y recreo con los demás estudiantes oyentes, lo que hoy en día es completamente normal, pero la gente oyente del colegio necesitaba aprender sobre las personas sordas. Conceptos sobre “el enfermo”, “el mudo” y la idea que los niños no tenía completo sus capacidades intelectuales empezaron a desaparecer a la medida que conocieron a los niños y niñas sordos. Otro impacto fue el compromiso de los líderes de la iglesia donde estuvo este colegio. El Dr. Colin Crawford, pastor de la Iglesia Cristiana Filadelfia, donde todo comenzó, fue tan impactado por la experiencia de ver las personas sordas y los niños sordos que uno de sus prioridades al llegar a ser representante a la Cámara fue la población sorda. Esto resultó en la ley 324 de 1996, lo cual ha sido de mucho apoyo para la población a nivel nacional. El aprendizaje siempre es adentro también. La decisión de buscar docentes licenciados y enseñarles la Lengua de Señas, tuvo un importante resultado. Tradicionalmente, los terapistas de lenguaje fueron los docentes de los niños sordos. El Colegio decidió que sus conocimientos eran importantes para los niños sordos, pero no eran formados como docentes. Su enfoque tendía hacía el aprendizaje del español, y por lo tanto era difícil llegar a temas como química, cálculo y filosofía. Fue un gran esfuerzo de parte del Colegio contratar docentes por sus áreas, para asegurar la existencia del bachillerato. Otro cambio en el proceso fue la reunión con Comunitaria, que era la parte de la Secretaría de Educación que manejaba los estudiantes sordos. Su educación no llevaba a un título que llevaría a la posibilidad de entrar en la universidad, pero siendo que no era la meta en este tiempo para la mayoría, no era de sorprenderse. La mayoría fueron preparados para trabajos manuales. Principios de los años 90, la directora del Colegio Filadelfia, donde se encontraba el aula de sordos, fueron con la fundadora a una cita para pedir que permitiera que el grupo de sordos estuviera bajo educación formal. La persona encargada aceptó, pero preguntó porque desearía que la educación de los sordos estuviera bajo educación formal cuando esto tenía mayores exigencias. La respuesta era que los niños, niñas y jóvenes sordos lo necesitaban y eran capaces de lograr no solo bachillerato sino la educación superior. La meta del Colegio era ver los jóvenes sordos escogiendo carreras en la universidad o en carreras técnicas, y para lograr esto era necesario que el Colegio estuviera dentro de la educación formal. Es verdad que las exigencias fueron mayores, pero llevó a resultados mejores. Para aclarar el punto de la entrada a la universidad, es importante recordar estos tiempos y tener en cuenta las capacidades de las personas sordas. No todos tienen la oportunidad de ir a la universidad, pero no podía ser que ninguno o prácticamente ninguno tengan la oportunidad de ir. Se ha preguntado cómo es la vida para toda una población cuando tienen capacidades e inteligencia, pero la sociedad cree que no pueden y por tal motivo no da la oportunidad. El Colegio deseaba simplemente abrir una oportunidad, y dependía de los mismos estudiantes sordos que harían con esta puerta abierta a nuevas direcciones de vida. Por su puesto, hoy se puede apreciar los logros de los estudiantes sordos, e inclusive los estudiantes sordociegos. La estadística de 2002 mostró que 62% de los graduados del Colegio estaban empleados y 67% habían ido a la educación superior, ya sea la universidad o una institución tecnológica. INCLUSIÓN DE LA POBLACIÓN SORDOCIEGA En septiembre de 2003, el Colegio recibió 3 estudiantes de parte de SURCOE, la Asociación Nacional de Sordociegos, y con su apoyo técnico se comenzó la inclusión de la población sordociega. Fue una experiencia donde todas las personas del Colegio, docentes, directivas, estudiantes sordos y padres de familia aprendieron sobre la sordoceguera y los servicios necesarios para que los estudiantes sordociegos pudieran tener igualdad de oportunidades. Ha sido una experiencia de crecimiento para todos, y hasta el año 2012 se había graduado 3 estudiantes sordociegos desde que se empezó el programa. Varios de los graduados sordos hoy en día trabajan con la población sordociega como guía intérpretes y mediadores. A la raíz de esta experiencia, el Colegio participó con otras 4 instituciones y liderado por SURCOE en la producción de Lineamientos para la Educación de Sordociegos y Estudiantes con Discapacidad Múltiple, para la Secretará de Educación Distrital.

QUIENES SOMOS

Colegio Filadelfia para Sordos es parte de la Asociación Cristiana Manos en Acción - ACMA - , una entidad sin ánimo de lucro legalmente constituida en Colombia. Su objetivo principal es servir y brindar apoyo espiritual, moral, cultural y técnica a la población sorda y sordociega en Colombia. CALLE 59 No. 14A-58 CHAPINERO SUR OCCIDENTAL TEL: 601 249 2142 CEL: +57 312 566 9129 EMAIL: CFS1986@GMAIL.COM
© 2025 ASOCIACIÓN CRISTIANA MANOS EN ACCIÓN

ENCUÉNTRENOS

HISTORIA

INTRODUCCIÓN

Toda obra comienza con una visión y la visión que motiva a la creación, y en este caso a la creación del Colegio Filadelfia para Sordos lo cual tenía 3 elementos relacionados: derecho al estudio, derecho a la información y derecho a uso del primer idioma dentro de un grupo lingüístico minoritario. El desenlace de las acciones a favor de esta visión continúe hasta el día de hoy y se espere que la historia sea de interés para las personas sordas y sordociegas colombianas siendo parte de su historia nacional y que además sea de utilidad para otros colegios y escuelas en otros partes de la nación y en otros países. Las luchas y logros son de todos, los niños, niñas y jóvenes sordos, los adultos sordos quienes apoyaron la idea, las docentes sordos y oyentes quienes han sido parte de esta historia, los padres de familia quienes confiaron en la educación ofrecida en el Colegio, los intérpretes, los guías intérpretes, las personas de la Asociación dueña del Colegio, y muchas personas de otros países quienes han contribuido su tiempo, conocimiento y apoyo con el deseo de asegurar el progreso de los niños y niñas sordas y sordociegas de Colombia. EL CONCEPTO DEL NIÑO SORDO Y DE LA NIÑA SORDA Históricamente, las culturas han tomado muchas actitudes y creencias en relación a las personas sordas. Desde los años 1500, los países europeos, en particular España y Francia, realizaron actividades educativas en reconocimiento de las capacidades de los niños y niñas sordas. Estas acciones tuvieron una directa influencia sobre Norte América, que inclusive adoptó muchas señas de Francia desde los últimos años de los 1700, cuando los Estados Unidos estuvieron apenas comenzando a hacer nación. El hecho que desde los primeros censos nacionales fue incluida la población sorda es una muestra del reconocimiento dado a esta población. Para el año 1880, el debate sobre la mejor forma de educar el niño sordo estaba en pleno furor, y en el Congreso de Milán se decidió tomar el camino de oralismo, con la disensión del Thomas Hopkins Gallaudet, quien fundó uno de las primeras escuelas para la niñez sorda en los Estados Unidos y además trajo el profesor Louis Laurent Marie Clerc, un Sordo francés, para poder lograr establecerlo. En los últimos años de 1960, debido en parte de una revisión de la educación general en los Estados Unidos, se dedicó a mejorar la educación del Sordo. Este tiempo vio las investigaciones de William Stokoe, quien fue una de las primeras voces en decir que la lengua de señas es un idioma y cumple con todas las funciones de los idiomas orales. Esto causó un mayor respeto hacia las personas sordas, y hoy en día se ve los resultados de este pequeño comienzo en muchos lugares. Todo esto para explicar el concepto que tiene el Colegio Filadelfia para Sordos del niño sordo. Siendo que la fundadora vino de los Estados Unidos con estos conceptos de igualdad, capacidad, inteligencia y responsabilidad personal de la persona sorda, era natural que el Colegio aceptara el niño sordo como un niño con todas las etapas de crecimiento emocional y social de todos los demás niños: un niño que puede lograr lo que sueña y que tiene derecho de gozar su niñez y llegar a ser un adulto contribuyente al bienestar de los que le rodean. Los conceptos de la Universidad Gallaudet, donde la fundadora recibió su título de maestría como orientadora escolar para niños, niñas y jóvenes sordos en la etapa escolar, tuvieron una fuerte influencia en el trabajo realizado en el Colegio. A partir del concepto del niño y adulto sordo, la visión del Colegio fue un resultado natural: usar la lengua de señas como idioma de instrucción, dar los mismos derechos de acceso a la información en particular en cuanto a los temas religiosos y proveer cobertura para los niños, niñas y jóvenes quienes no tenían acceso a la educación formal. REALIDADES DE LA EXPERIENCIA Comenzar algo nuevo en espacios nuevos siempre tiene impacto. En el caso del Colegio Filadelfia para Sordos, sus primeros pasos como aula para sordos en 1986 dentro de un colegio de oyentes fue algo novedoso en este momento de tiempo. Los niños sordos compartieron tiempos de almuerzo y recreo con los demás estudiantes oyentes, lo que hoy en día es completamente normal, pero la gente oyente del colegio necesitaba aprender sobre las personas sordas. Conceptos sobre “el enfermo”, “el mudo” y la idea que los niños no tenía completo sus capacidades intelectuales empezaron a desaparecer a la medida que conocieron a los niños y niñas sordos. Otro impacto fue el compromiso de los líderes de la iglesia donde estuvo este colegio. El Dr. Colin Crawford, pastor de la Iglesia Cristiana Filadelfia, donde todo comenzó, fue tan impactado por la experiencia de ver las personas sordas y los niños sordos que uno de sus prioridades al llegar a ser representante a la Cámara fue la población sorda. Esto resultó en la ley 324 de 1996, lo cual ha sido de mucho apoyo para la población a nivel nacional. El aprendizaje siempre es adentro también. La decisión de buscar docentes licenciados y enseñarles la Lengua de Señas, tuvo un importante resultado. Tradicionalmente, los terapistas de lenguaje fueron los docentes de los niños sordos. El Colegio decidió que sus conocimientos eran importantes para los niños sordos, pero no eran formados como docentes. Su enfoque tendía hacía el aprendizaje del español, y por lo tanto era difícil llegar a temas como química, cálculo y filosofía. Fue un gran esfuerzo de parte del Colegio contratar docentes por sus áreas, para asegurar la existencia del bachillerato. Otro cambio en el proceso fue la reunión con Comunitaria, que era la parte de la Secretaría de Educación que manejaba los estudiantes sordos. Su educación no llevaba a un título que llevaría a la posibilidad de entrar en la universidad, pero siendo que no era la meta en este tiempo para la mayoría, no era de sorprenderse. La mayoría fueron preparados para trabajos manuales. Principios de los años 90, la directora del Colegio Filadelfia, donde se encontraba el aula de sordos, fueron con la fundadora a una cita para pedir que permitiera que el grupo de sordos estuviera bajo educación formal. La persona encargada aceptó, pero preguntó porque desearía que la educación de los sordos estuviera bajo educación formal cuando esto tenía mayores exigencias. La respuesta era que los niños, niñas y jóvenes sordos lo necesitaban y eran capaces de lograr no solo bachillerato sino la educación superior. La meta del Colegio era ver los jóvenes sordos escogiendo carreras en la universidad o en carreras técnicas, y para lograr esto era necesario que el Colegio estuviera dentro de la educación formal. Es verdad que las exigencias fueron mayores, pero llevó a resultados mejores. Para aclarar el punto de la entrada a la universidad, es importante recordar estos tiempos y tener en cuenta las capacidades de las personas sordas. No todos tienen la oportunidad de ir a la universidad, pero no podía ser que ninguno o prácticamente ninguno tengan la oportunidad de ir. Se ha preguntado cómo es la vida para toda una población cuando tienen capacidades e inteligencia, pero la sociedad cree que no pueden y por tal motivo no da la oportunidad. El Colegio deseaba simplemente abrir una oportunidad, y dependía de los mismos estudiantes sordos que harían con esta puerta abierta a nuevas direcciones de vida. Por su puesto, hoy se puede apreciar los logros de los estudiantes sordos, e inclusive los estudiantes sordociegos. La estadística de 2002 mostró que 62% de los graduados del Colegio estaban empleados y 67% habían ido a la educación superior, ya sea la universidad o una institución tecnológica. INCLUSIÓN DE LA POBLACIÓN SORDOCIEGA En septiembre de 2003, el Colegio recibió 3 estudiantes de parte de SURCOE, la Asociación Nacional de Sordociegos, y con su apoyo técnico se comenzó la inclusión de la población sordociega. Fue una experiencia donde todas las personas del Colegio, docentes, directivas, estudiantes sordos y padres de familia aprendieron sobre la sordoceguera y los servicios necesarios para que los estudiantes sordociegos pudieran tener igualdad de oportunidades. Ha sido una experiencia de crecimiento para todos, y hasta el año 2012 se había graduado 3 estudiantes sordociegos desde que se empezó el programa. Varios de los graduados sordos hoy en día trabajan con la población sordociega como guía intérpretes y mediadores. A la raíz de esta experiencia, el Colegio participó con otras 4 instituciones y liderado por SURCOE en la producción de Lineamientos para la Educación de Sordociegos y Estudiantes con Discapacidad Múltiple, para la Secretará de Educación Distrital.

  • INICIO
  • COLEGIO
    • ADMISIONES
    • ENFOQUE PEDAGÓGICO
    • ESTATUS LEGAL Y LOGROS
    • EVENTOS Y CONCURSOS
      • RAÍCES - MEDIO
      • SEMILLAS - FÁCIL
      • TRONCOS - DIFÍCIL
    • HISTORIA
    • IDENTIDAD
    • ORGANIGRAMA
    • PERMANENCIA Y CALIDAD
    • PROYECTOS E INVESTIGACIONES
      • ADQUISICIÓN SEGUNDO IDIOMA
      • CO INVESTIGACIÓN
      • CURRÍCULO LSC
      • EDUCACIÓN SORDOCIEGOS
      • GESTIÓN DE RIESGOS
      • NUTRICIÓN Y CULINARIA
      • TOMA DE DECISIONES
    • PROYECTO INSTITUCIONAL
    • OFERTA ACADÉMICAS
    • VISIÓN, MISIÓN Y VALORES
  • HOGAR FELIZ
    • NOSOTROS
    • LINEA DE TIEMPO
  • AULA VIRTUAL
  • CONTÁCTENOS
  • DONACIONES
  • ACMA
  • ENGLISH SOON
  • raices_medio
  • semillas_facil
  • troncos_dificil
INICIO INICIO
COLEGIO COLEGIO
  • ADMISIONES
  • ENFOQUE PEDAGÓGICO
  • ESTATUS LEGAL Y LOGROS
  • EVENTOS Y CONCURSOS
    • RAÍCES - MEDIO
    • SEMILLAS - FÁCIL
    • TRONCOS - DIFÍCIL
  • HISTORIA
  • IDENTIDAD
  • ORGANIGRAMA
  • PERMANENCIA Y CALIDAD
  • PROYECTOS E INVESTIGACIONES
    • ADQUISICIÓN SEGUNDO IDIOMA
    • CO-INVESTIGACIÓN
    • CURRÍCULO LSC
    • EDUCACIÓN SORDOCIEGOS
    • GESTIÓN DE RIESGOS
    • NUTRICIÓN Y CULINARIA
    • TOMA DE DECISIONES
  • PROYECTO INSTITUCIONAL
  • OFERTA ACADÉMICAS
  • VISIÓN, MISIÓN Y VALORES
HOGAR FELIZ HOGAR FELIZ
  • NOSOTROS
  • LINEA DE TIEMPO
AULA VIRTUAL AULA VIRTUAL
CONTÁCTENOS CONTÁCTENOS
DONACIONES DONACIONES
ACMA ACMA
ENGLISH SOON ENGLISH SOON